Adolescente aunque juguetona
La joven, alegre y muy divertida, era como su hijastra Siempre riendo, él se emocionaba cada vez que lo hacía, algo en ella lo atraía Un día, le propuso darle un masaje y ella aceptó con gusto, pero pronto sus manos pasaron de los hombros de la chica a deslizarse hacia sus senos A pesar de ser consciente de lo que ocurría, ella no dejaba de sonreír, hasta que se levantó y le pidió que le hiciera sexo oral Con sus ojos bonitos e inocentes, lo miraba desde abajo mientras agarraba su pene con la mano dispuesta a satisfacerlo Después, la puso en cuatro patas y ahí terminó la ternura; la penetró salvajemente para poseerla como a una prostituta Ella gritaba y gemía mientras su padrastro la penetraba hasta lo más profundo de su húmeda buceta Incluso al final, se animó a tener sexo anal, mientras ella seguía sonriendo; era joven pero bastante traviesa la chica