dale caña hijo, dale duro a mi culo
Mira que me ponen las historias de madres que se follan a los amigos de sus hijos y tiene gracia cómo suele empezar todo: ellas los tratan como si fuesen sus propios hijos, ellos se emocionan y cuando se quieren dar cuenta les están sobando el culo o una teta, aquí siempre es bueno hacerlo disimuladamente para que en un momento determinado y en caso de que se lo tomen mal podamos decirle, ¡¡¡señora!!!, que se está confundiendo, ¿cómo voy yo a meterle mano? XDDDD. Un simple abrazo sin importancia se convertirá en una petada de culo para el recuerdo en la que sin duda esta cuarentona lo pasó en grande, no imagináis lo tragón que era el culito de esta milf.