Danni Rivers desea el pollón negro del jardinero
Danni Rivers fantasea mucho con ese jardinero buenorro que han contratado sus padres. Lo mira a través de la ventana, su tableta de chocolate, esos músculos, mmm, cuánto desearía follárselo. Y al final va a satisfacer sus fantasías, porque al acercarse a él y coquetear un poco el chico no se corta el pelo y le mete mano, la pone caliente y le muestra su enorme pollón negro, que es lo que ella quiere. La arrastra al dormitorio y allí la empala, la empotra en todas las posiciones más sumisas que se le ocurren y le rocía la cara con su leche de jardinero.