estais muy verdes, pero mamá os enseñará
Navidades de 2012, dos amigas han quedado para dormir en casa de una de las chicas y cuando se iban a acostar, la madre estaba sentada en su mesa de estudio con una cara tan larga que casi le llegaba al suelo. Era obvio que había pasado algo malo, todos conocemos a nuestros padres y en un segundo sabemos cuando algo no marcha bien. Pues lo único que pasó es que la madre encontró un consolador debajo de la almohada de la cama de su hija y no le sentó nada bien, ¿por qué?, pues porque la madura se divorció precisamente de su marido porque se dio cuenta de que le gustaban las mujeres y resulta que su hija no fue capaz de contarle que también le tiraban las tías… Después de dialogar con ellas, finalmente concluyó que esta vez la perdonaría y en vista de que las chicas estaban «muy verdes», decidió poner su granito de arena para que sus relaciones futuras sean más placenteras.