Los lamentos de los vecinos impiden que el hombre de piel oscura pueda descansar
Escuchar los gemidos de los vecinos a través de la pared que colinda con tu habitación no ayuda a conciliar el sueño, y esta situación ha molestado al hombre que vive solo Cada noche, la vecina de al lado mantiene relaciones apasionadas con alguien, sin parar de gemir y gritar El hombre, visiblemente excitado por estas circunstancias, decidió llamar a la puerta de la vecina para pedirle que redujera el ruido durante sus encuentros íntimos En respuesta, la mujer lo arrastró a su casa y tuvieron relaciones con gran estruendo, pero para él la experiencia no era la misma que escuchar los sonidos de placer provenientes de otro lugar