No se lo vas a contar a mi marido, te lo aseguro

Esta madurita mantenía relaciones sexuales a escondidas con uno de sus vecinos, o más bien con el hijo de ellos. Se trataba de un joven universitario que le servía como desahogo cada vez que a la cuarentona se le ponía caliente el coño. Sin embargo un día acudió al salir de clase y ella le dijo que no iban a tener sexo porque su marido estaba en casa. Entonces el joven la amenazó y le dijo que se lo contaría todo, pero no tardó en agarrarlo y taparle la boca. Lo arrojó al sofá y ambos se la jugaron pues su esposo se encontraba en el piso de arriba. Pero a pesar del riesgo a poder ser pillados ellos se pusieron a follar en el piso de abajo. Con ella tumbada boca abajo en el sofá el tío la estuvo penetrando hasta que sacó el rabo y su leche saltó como si fueran misiles pringándolo todo de semen.