¿No te atreves a tocarme el coño?
Eso le dijo la puta de su madrastra, esa zorra era toda una guarra. Estaban a solas en casa y de repente la madura se tumbó en el sofá abriendo sus piernas y mostrándole su coño. Ella se sorprendió porque el chico no se atrevía ni a mirar, le dijo que si no se atrevía a tocar su coño. Pero finalmente su hijastro la tocó tal y como ella deseaba. A pesar de la vergüenza la masturbó un rato, aunque no se atrevía a mirarla gozar. Ella se marchó para cambiarse, pero él estaba tan caliente que la persiguió hasta su habitación. Se había arrepentido de no penetrarla y pensaba hacerlo ahora, ella le estaba esperando, acabaron follando en la cama.