Penetrando el trasero de la mujer de talla grande
Se interpreta literalmente la creencia de que a las mujeres gordas les gusta el sexo anal La puso a cuatro patas, la trató como si fuera un objeto y la penetró por detrás sin contemplaciones Es verdad que disfrutaba, pero se notaba cómo sufría al morder la almohada sin pausa, sintiendo como la lastimaban Si bien era joven, le costaba mucho abrirse para esa dura penetración anal debido a su corpulencia Sus muecas de dolor eran claras y evidentes, hasta que el hombre eyaculó en su interior Registró con su celular toda la eyaculación, mostrando su trasero empapado en semen Acto seguido, enfocó el rostro de la mujer obesa, cuyas expresiones lo decían todo