Se dedica a observar de manera obsesiva a su hermanastra
Todos llevamos dentro un instinto curioso que nos empuja a observar a las personas, y lo mismo les ocurre a ellas Sin embargo, este tema suele ser tabú y no se discute abiertamente, ya que nadie quiere ser etiquetado como un pervertido El problema es que resulta fácil caer en la tentación, y en un abrir y cerrar de ojos te conviertes en un mirón obsesivo del cual resulta difícil apartarse Este es el caso del hermanastro de esta joven, aunque debemos admitir que ella tampoco lo facilita al cambiarse de ropa con la puerta de su habitación abierta